Besame hombre de aguas dulces y tranquilas,
me has hablado con dulzura desde tu lago.
Me has invitado a creer en un amor posible
dentro de los imposibles;
àbrazame fuertemente y no me dejes ir,
quiero permanecer así.
No deseo tener mis alas,
ya no me sirven.
Quiero permanecer en tu mundo,
ese que llega al final del umbral.
Palabras simples pero que llevan a imágenes concretas y bien definidas.
ResponderEliminarSaludos.