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jueves, 21 de octubre de 2010

Planeando el asesinato.

Estaba pensando en hacerlo. Tenia todas las armas enfrente de ella. Utilizaría una perfecta y eficiente K-62-3, una inimaginable navaja o requerir matarlo levemente sin dejar sufrimiento; pero mientas pensaba en eso puso un poco de arsénico en una taza de café y se la dio a probar.

domingo, 12 de septiembre de 2010

A pesar de todo, aún amantes.



"Te extraño. Cómo te necesito. Cómo quiero vernos para decirnos todo y no decirnos nada. Comernos con los ojos y mirarnos con los labios. Sentir tu aire y respirar tu piel. Cómo tengo ganas de taparme con tu calor y abrazar tu cuerpo." Esas palabras escritas por èl, venian una y otra vez en la cabeza de Anne. Esas palabras la habían hecho sufrir como a nada, eran como cuchillos de doble filo; le mostraban una tierna promesa y a la vez jugaba con sus sentimientos. Era tarde, pero ya tenia recapitulada su posible intención.
-Nadie puede acuchillar entre líneas  o ¿si?-le decia mientras respiraba acompasada. La navaja se encontraba en su cuello, casi en su yugular.
- No sè de que hablas- respondió él con indiferencia.Después desvió la navaja fuera de su cuello, acerco sus labios a los de ella y sonriendo sarcásticamente susurro:
-Al fin estamos juntos, ¿unas últimas palabras, querida?- luego se alejo rápidamente de ella y empezó a desgarrar con la navaja el bello suéter blanco de cuello de tortuga de la joven.  Anne no grito, se quedo viéndolo fijamente mientras que Damian acariciaba la curvatura de sus pechos desnudos y sangrantes por las cortadas.
-¿Harás eso todo el tiempo o me vas a matar?- le pregunto Anne con indiferencia.
- ¿No tienes miedo a que lo haga? Sabes que no lo haría si no quisieras. Me resulta increíble que a pesar de todo te siga amando con la misma intensidad que cuando te conocí.-  Lo dijo con seriedad, dejando caer despacio ambas manos de los pechos de Anne.
-Siempre has sido así, exactamente así. Un cobarde que no se limita ser él mismo con sus sentimientos. Mientes cada vez, y ahora no es la excepción- hablaba dando unos cuantos pasos alrededor de él, como juzgándolo.
Sonriendo de nuevo Damian  agacho la cabeza y dejando salir una media carcajada le arremetió diciéndole:
-Me conoces lo suficiente bien, cariño. Sabes que me divierte jugar a fingir sentimientos que no siento y no voy a sentir nunca. Tú eres, cómo decirlo…;como un juguete el cual me gusta usar cuando estoy aburrido.- le decía mientras movía su largo cabello negro.
-Es eso, ¿la verdad? y Nicole ¿qué? Ahora que estás con ella, no quieres saber nada de mí  y por eso me dices esto ¿Qué no?- reclamaba con sumo aire de fastidio.
-¡Cállate! No menciones a Nicole más. Sí, me case con ella y eso ¿qué? Puedo estar con quien quiera cuando quiera, eso no me priva de no hacerlo. Además, tú ya me cansaste, ¿sabes?...Siempre con tu paranoia.- hablaba gritando; en verdad estaba cansado de lo mismo, siempre.
Tranquilamente  e ignorando lo que le decía, ella susurro:
-Dame tu saco, ¿quieres? Tengo frío. Damian se quitó el saco y se lo dio. Anne no dijo nada y terminando de acomodárselo se fue directo al Crossfox rojo 4x4 que estaba estacionado cerca de ellos. Abrió la puerta y se metió  a la camioneta, luego se quedo quieta mirando fijamente el paisaje de esa tarde fría.
Damian comprendió su berrinche: “de nueva cuenta lo mismo. Si supieras que me encanta verte así, como estás ahora. Pero no puedo decírtelo, aún no. No estoy listo.”  Manteniendo la mirada hacia la camioneta, observo a Anne y hubiera seguido así  si no le hubiera caído una gota de agua en la mica de sus lentes. Tomando las llaves del bolsillo de su pantalón  se dirigió a la camioneta a paso rápido. Arrancó la camioneta y se fueron a un hotel de paso, sin mencionar ninguno una sola palabra en el trascurso de la carretera.





martes, 31 de agosto de 2010

La hora de las muñecas.

Hace mucho tiempo este pasatiempo era lo único que me mantenía conectada con un mundo diferente; ese mundo donde sólo me encontraba yo misma. Las muñecas tenían vida, cada una de ellas tenia una personalidad que sobresalía. Era por eso, que cada una tenia un trato especial de mi parte. ¡Vaya!… cada una tenia su nombre inigualable.
Jugar con ellas significaba vivir anécdotas graciosas, emocionantes, y a la vez tan cotidianas. Cada día surgía algo nuevo. Iba creando un diario mental con ellas. Eran mis mejores amigas, mis cómplices. Dormía con cada una, cada noche y las mantenía al tanto de lo que me ocurría  en mi día. Aunque nunca tuve la casa de muñecas y supe adecuar un librero para eso, nunca me privo para imaginarlo como una mansión, por eso, dada mi imaginación, duraba horas y horas jugando. Nunca me aburría, aún cuando mi madre me regañara a veces por no hacer caso.
            Toda mi niñez fue estar con muñecas, hasta los trece años. Pero, después de la graduación de la secundaria, jamás volvía a verlas, debido a una mudanza de hogar. Me preguntan ¿sí las extraño?, Cómo no extrañarlas, era mi forma de expresión, mi voz. Con ellas podía decir y hacer cualquier cosa, como si hubieran sido una extensión de ; mi refugio y consuelo a la vez. Y sí, las extraño tanto. Desearía tenerlas de nuevo, aunque sólo las tuviera como un recuerdo de mi niñez solitaria.
       Mis muñecas, las queridas. Las siempre queridas.


domingo, 15 de agosto de 2010

Nostalgia

Sin duda la nostalgia te consume, te ciega, te domina.
Te destruye recordar lo que nunca se pudo ser,
lo que nunca se pudo lograr. 
Mirar lo que ves, actualmente; 
En lo que te has convertido.
En la manera en que ya no puedes dar vuelta atrás, 
Porque lo que no se pudo hacer hace tantos años,
No volverá a ocurrir aunque lo desees  con desesperación.

viernes, 13 de agosto de 2010

Melancolía

Melancólico sufrimiento
melancólico camino,
triste será mi pensamiento
y triste será mi destino.
No, nada es cierto
duerme, déjate llevar por tu tristeza
sueña con senderos de serenidad.
Deja pasar, destroza, destroza,
que al final, todo será tranquilidad.

Nosotras, chica, seres banales sin sonrisa.

¿Dónde quedo, chica, alguna vez, la sonrisa que dibujaba nuestros labios?¿A dónde se ha ido? Todo tenemos, es imposible que se halla borrado de nuestros bellos y perfectos rostros. Haremos lo imposible entonces; dibujaremos eso que se nos fue de nuestras vidas. Dibujaremos sonrisas a nuestro rostro, aunque sean pintadas. Pero...¡Por Dios!, dibujamos y dibujamos, pero nunca se dejara una sonrisa. ¿Por qué?, ¿por qué es esto?Te diré yo, hermana mía, nos destrozaron nuestra esencia, nuestra dignidad, nuestra felicidad. Somos meras sombras del encierro de la perfección inexpresiva. 

jueves, 12 de agosto de 2010

Lorelai, la ninfa del río Rhin



"Murmullos y más murmullos, ¿en dónde se escuchan?" se preguntaba el navegante Huilzar mientras cruzaba por el ancho y bello río Rhin. El barco seguía tranquilo bajo unas inmensas nubes que cubrían en su plenitud el cielo;pareciendo que en cualquier momento estallaría una tormenta, pero no fue así.
Atravesando todavía el río, escucho de nuevo esos susurros cada vez más cerca. "Sin duda son cantos, lo parecen y son tan hermosos" decía para  el joven Huilzar. De pronto, muy a lo lejos pudo apreciar una enorme roca y cuando el barco se había acercado un poco más, Huilzar dejo escapar tiernamente un suspiro. Estaba ahí, justo ahí, un bello ser; una encantadora y preciosa mujer de cabellos largos y rubios que lo miraba fijamente mientras cantaba sentada en la orilla de aquella roca. "Dime, ¿quién eres, mi bella dama?...¿por qué estás aquí, sola?" embobadamente le preguntaba pero ella no decía ni le contestaba absolutamente nada, sólo cantaba y seguía viéndolo con esa incesante mirada a los ojos.
Huilzar se lanzo precipitadamente al río, quería llegar a donde ella se encontraba; quizás así la convencería de decirle su nombre y llevarla consigo para hacerla su esposa. Pero no hubiera pensado en ello; pues al haberse lanzado ya se encontraba en lo más profundo del río y nunca mas salió.
Dicen que fue la bella mujer que lo dejo en un trance mientras cantaba con su fascinante voz; pues cuando el navegante se arrojo al río, ésta dejo de cantar y parpadeando de nuevo, tomo una peineta de coral y cantando otra vez, se peinaba constantemente la larga cabellera dorada como si no hubiera ocurrido nada en absoluto.



sábado, 7 de agosto de 2010

El carrusel de plata.



Aquella tarde de octubre, el viento soplaba de manera amenazadora sobre las pequeñas casas y locales de la villa de Bridgetown. Sally Kelseys se encontraba mirando fijamente detrás del aparador de aquella minúscula tienda de antigüedades, la forma en que revoloteaban las hojas sueltas de los árboles. Se encontraba ida en ese momento; pensando o soñando, o quizás sujeta solamente en ese escenario trivial  que se vivía en la villa. Todos los días eran iguales; era el tercer mes de insufrible viento desde que Damian Johnson había marchado de la villa para buscar a su padre en la ciudad, tras haber sufrido un accidente automovilístico en la carretera 270 Apple.
Sally pensaba que volvería a  verlo. Era una promesa que se habían hecho sentados fuera de la tienda. Fue el último día en que se vieron, siendo triste la partida pero no funesta, le había dejado un carrusel de plata como muestra de su regreso lo más pronto posible, y se casarían en la capilla Saint-Bartolomé.  Cada vez que veía el carrusel recordaba las últimas palabras de Damian antes de marcharse a la ciudad.
       -Sally, no tardaré nada. Volveré lo más pronto posible de la ciudad y cuando esté de regreso nos casaremos en la capilla Saint-Bartolomé.
Ese fue el momento en que le dejo el carrusel de plata. Aquel juguete tan bello, de colores brillantes que deslumbraba entre todas las demás reliquias de la tienda. Sally lo había dejado ahí para contemplarlo y recordar a su novio mientras no llegara algún cliente al cual servir.
Resulta un poco extraña la forma en que Sally y Damian se conocieron; un jueves en la tarde, el diecisiete de abril de 1871. Sally había cerrado la tienda de antigüedades temprano para dirigirse  con su amiga Mariam Hoult a la boutique “Ah l’ amour” para comprar su vestido de bodas.
     -Sally, sólo será por un momento, después regresarás a la tienda a acomodar las nuevas reliquias que trajeron de la India.
Se decía  para si, en realidad, no le gustaba la idea de dejar de trabajar y mucho menos la idea de ver a su mejor amiga luciendo un vestido de bodas.
      - Ojala nunca me vea yo así, el sólo hecho de pensarlo me horroriza. El matrimonio es imposible porque el amor no existe.
Terminando de decir esto, se topó con un joven que cargaba un montón de maletas. El joven no la había visto, puesto que una enorme maleta le tapaba todo el rostro. Sally dio un tremendo golpe contra éste pobre; cayéndose todas las maletas encima de él. Ella angustiada, inmediatamente levantó algunas maletas para poderlo ayudar. -“Dios mío, pobre hombre espero que aún se encuentre vivo”- pensaba Sally viendo al joven que se había vuelto un estallido de quejidos. Abriendo los ojos el joven pudo distinguir apenas el rostro preocupado de aquella señorita que le preguntaba una y otra vez sí se encontraba bien. De pronto,  como sí hubiera visto el rostro de un ángel, se levanto rápidamente; pareciera que hubiese olvidado los lamentos da hace rato como por arte de magia. Eso sí; tratando de conservar su compostura.
    -Señorita, no se preocupe por estas pequeñeces.
“Pequeñeces” se decía para sí Sally al contemplar al loco joven atropellado por sus despistes. Pero un loco apuesto, ella también al contemplar su rostro quedó perpleja. Un joven médico; alto, delgado, distinguido, con mirada dulce y tierna. Nunca antes había sentido un contacto visual tan íntimo con otro  hombre. Fue desde ahí que empezaron a salir y  se dio inicio a la relación.
Sally aún se encontraba engolosinada viendo el carrusel, hasta que la volvió en sí la puerta de la tienda. Había entrado un joven muy elegante, que empezó a recorrer indiferentemente cada uno de los estantes; era obvio que no buscaba nada en particular, pero de repente aquel hombre dirigió la mirada al carrusel de plata, se encontraba maravillado por ése extravagante adorno. Para aparentar la misma indiferencia con la que entró a la tienda, caminó hacia el mostrador, enfrente estaba el carrusel  sobre una mesita de madera de maple. Volviéndose hacia la joven le preguntó con cierta desesperación, disimulada, el precio de aquel carrusel; ella simplemente le respondió que no se encontraba  a la venta. El hombre no muy convencido, le preguntó por qué tenía un objeto valioso en la tienda sino lo tenía  a la venta. Ella le sonrió tranquilamente mientras agachaba la cabeza y respondió: “Es un regalo”. “Eso no es una buena razón para tenerlo ahí; además, sí es un regalo, no debería de tenerlo en cualquier sitio que no fuera la tienda de antigüedades-.” Bueno, eso era lo que pensaba él, como lo pensaría igualmente cualquier otro cliente que tuviera algún interés de comprarlo.
      -Está bien señorita, lo entiendo. Es una pena que no lo tenga a la venta, puesto que resultaría de ello una buena ganancia.
Cortésmente, se inclinó como despedida, saliendo muy dignamente de la tienda.
Sally sabía que ése hombre regresaría algún día. Era un presentimiento muy fuerte, que la inquietaba desde su interior. “Ese hombre regresará, estoy segura. Es determinante y no desaparecerá hasta que le venda el carrusel”, pensó mientras recordaba la mirada fija de asombro de éste con el carrusel.
La mañana siguiente, muy temprano Sally se encontraba muy ocupada acomodando unas muñecas de porcelana en la repisa más alta; de pronto escuchó que alguien había abierto la puerta. Ahí estaba ese hombre otra vez; elegantemente vestido, mirándola fijamente, como un águila a su presa.
   - Puedo servirlo en algo, señor…
   -British, Nicholas British. – dijo-. ¿Me podría mostrar alguna bella reliquia que pudiera quedar en mi recibidor?
    -Sí, claro. Vino al mejor lugar para eso. Aquí tenemos muchas que podrían ser de su agrado.
Nicholas no había hecho mucho caso a las reliquias que constantemente Sally le iba mostrando. Su atención se concentraba únicamente en la joven vendedora.
     -Disculpe, no lo tome por atrevimiento, pero es usted una joven muy hermosa.
Efectivamente Sally lo era, aunque se vestía con cierto recato. Rubia, medianamente alta, complexión delgada. Una bella joven muy encantadora.
    -Muchas gracias, señor. Pero creo que esa expresión no tiene nada que ver con lo que usted esta buscando en este momento.
Ciertamente tenia razón, esa expresión se encontraba fuera de lugar. Y más aún, viniendo de un hombre presumido, arrogante y ahora para ella un atrevido.
      -Discúlpeme, no quería molestarla con esto. Muéstreme más reliquias.
             Con cierto recelo fue a traerle un último objeto valioso; un bello reloj de cuerda. Sosteniéndolo en sus manos, Nicholas no resultaba muy convencido. Las muecas lo delataban más que cualquier otra cosa. De nuevo su atención se apegó furtivamente al plateado objeto; el carrusel. Dejando el reloj en el mostrador, se acerco a tocarlo, pero Sally se lo impidió. Nicholas con cierta duda por su inesperada acción; le preguntó acerca de ése carrusel, era sin duda un objeto muy valioso para impedir que un cliente lo tocará.
                       -Es un regalo de mi novio ¿sabe?.Y no puede tocarlo- le dijo rápidamente-. Me lo dejó como muestra de su regreso, tras partir a la ciudad en búsqueda de su padre. Representa la esperanza de nuestro reencuentro, y nos casaremos tan pronto regrese.
                        -Vaya, sí que tiene un significado muy especial. Un bello gesto de amor.
         Cuando dijo esto, decidió despedirse de la joven. Ahora tomando su mano, y besándola. “Tal vez ahora que sabe la razón de lo importante que es para mi el carrusel, no insistirá de nuevo en comprarlo”-  pensaba con cierto alivio Sally al contemplar la comprensión de Nicholas British.
Pero fue una aparente comprensión por parte de Nicholas, ya que no dejaría de ir a la tienda; hasta tener el carrusel en sus manos. Tendría que persuadir de cierta forma a la joven para conseguirlo.
A la mañana siguiente, Sally se dirigió muy temprano, como todas las mañanas a abrir la tienda. Muy a lo lejos pudo percibir que un hombre estaba sentado en una banquilla fuera de la tienda; como si estuviera esperando a alguien. Mientras iba avanzando, Sally lo pudo distinguir ya más de cerca, era Nicholas British. “¿Ahora qué querrá éste hombre”?, pensaba ya Sally, con cierto aire de fastidio. Nicholas se había levantado para saludarla y no queriendo desperdiciar el momento, la invitó a caminar a un parque que se encontraba por ahí cerca. Ella accedió solamente por cortesía y para ver si con eso, la pudiera dejar en paz.
El tiempo en que estuvieron juntos charlando en el parque, ya no le había parecido tan arrogante, si no al contrario, le pareció agradable hasta cierto punto. Los días pasaban y se hacia costumbre que Sally y Nicholas salieran a pasear al parque, antes de abrir la tienda. Se había entablado  una amistad entre ellos. Sally ya no se sentía sola cuando estaba en la tienda, Nicholas se quedaba con ella todas las mañanas hasta que cerraba la tienda. Parecía que había olvidado el asunto del carrusel. Había pasado ya un mes y medio desde que ya no lo mencionaba mientras se encontraba con Sally. El tema del carrusel sin duda alguna, formó parte del pasado para ellos; ahora la plática se centraba en temas triviales de la vida diaria. Poco a poco se había creado un enlace de confianza mutua, hablando sobre sus vidas e incluso sobre el vestido que se compraría Sally para su boda.
Nicholas había cambiado radicalmente su intención de persuadir a Sally para conseguir el carrusel. El tiempo en que estuvieron juntos resulto lo bastante definitivo para haberse dado cuenta de que el carrusel no tenía un valor importante; sino una absurda ambición sin fundamento. La felicidad de Sally era ahora lo que le importaba; la felicidad de que ella se casara con Damian una vez que llegara a la ciudad.
Nicholas se encontraba pensativo, sentado en la banca de la tienda de antigüedades, eran ya más de las diez de la mañana y Sally no aparecía; era extraño puesto que ella abría la tienda antes de las ocho comúnmente.  “¿Le pasaría algo a Sally?. Ella nunca llega tan tarde, jamás se lo permitiría así misma” pensaba Nicholas. De pronto, observó a lo lejos que venia corriendo muy torpemente Sally agarrando con una mano su vestido, mientras que en la otra traía una carta.
        -“Oh, Nicholas. Soy tan feliz, en verdad que lo soy. Mañana mismo llega Damian a Bridgetown. ¡Mañana mismo!-dijo felizmente Sally, mientras le daba un beso y un abrazo exhaustivo a Nicholas.
         -Mi dulce Sally, ahora podrás ser feliz con Damian. Tenlo siempre por seguro, la esperanza nunca muere.
Fueron pocas las veinte vueltas insistentes que dio Sally mientras esperaba en el mostrador de la tienda. Nicholas sólo se dedicaba a verla, anhelando también la llegada de Damian para que terminase con aquella escena de desesperación. Abriéndose la puerta, estaba ahí, el apuesto medico cargando en una sola mano la maleta y un saco. Sally se abalanzó hacia él, pudo al fin sentirlo entre sus brazos, besarlo con locura; ahí estaba su verdadero amor.
“Ahora es el momento en que tengo que dejarlos solos” pensaba Nicholas British acercándose a la puerta de la tienda. Sally  apenas escuchó aquel sonido casi sordo de la puerta; le pidió a Nicholas que no se marchara, soltando a su amado, se dirigió a la mesita donde se encontraba el carrusel de plata, llevándoselo hasta sus manos.
      -Toma, Nicholas. Ya no lo necesito más, es decir, ya no lo necesitamos.-Dijo Sally mirando con dulce sonrisa a Damian. Ya estamos juntos, Damian y yo. La esperanza se cumplió.
Entonces, Nicholas dejó rodar involuntariamente una pequeña lágrima sobre su rostro. Comprendió que era feliz viendo una esperanza hecha realidad, vislumbrando con alegría a su querida amiga con su vestido de bodas.
“Un carrusel de esperanza. Un carrusel de amistad".

domingo, 1 de agosto de 2010

La malicia y sus manifestaciones subjetivas.

Físicamente, para mí es extraño; pero en un sueño pude verlo de una forma humana. 
Es un muchacho delgado y alto- de aproximadamente 1.70-; un tanto guapo, de ojos azules, tez blanca, cabello negro medianamente largo y lacio. Su mirada es indiferente, si llegas a verlo fijamente a sus azulados ojos, te perderás en el vacio de ellos. Su boca es bella,en verdad, pero cuando sonríe te hipnotiza; una sonrisa particularmente escalofriante y sombría; extraño, ¿verdad?..., pero luego vuelve a verse dulce y cálida; cambia por completo que te desconcierta, y a la vez, te enamora sin importar si seas hombre o mujer.
Siempre viste de negro, o en su defecto usa colores con tonalidades oscuras. Su hablar es como un murmullo de hojas que se mueven con el aire; sutil, acompasado y a la vez, eso te da cierto temor, cierto miedo. En conjunto es un perfecto joven, que haría enloquecer a muchas chicas tan sólo de verlo. Yo lo he visto, y créeme que es lo más perfecto que puedes ver; es casi como un ángel negro; y sus labios te asfixian, pero a la vez los deseas una vez que los pruebas.
Moralmente: sí estamos hablando de la malicia será difícil rescatar un lado positivo, aunque a veces te suelen burlar las apariencias, y más su trato. 
Es caballeroso, más que inteligente es intelectual, refinado, extravagante, irónico, indiferente, encantador y  hábil para sus propósitos. Su trato suele ser muy agradable; pero después puedes sentir la hostilidad y el ambiente lúgubre. Cuando estás enfrente de él, no puedes retroceder; su presencia te domina, te intimida, te da miedo. Quieres huir; pero no te deja su voz, no te deja. Definitivamente, es malo; su mirada encierra maldad; porque es la verdadera maldad encarnada; algunas veces fascina estar con ella, y otras; no quieres ni pensar, ni mucho menos estar con ella. Te encierra cada vez, trata de poseerte. Él:  la maldad pura, la malicia encarnada.

jueves, 29 de julio de 2010

Los diablos en la mujer

Yo provengo del lado de la pasión, de la rebeldía, del cinismo; para muchos el lado oscuro, para otros el lado de la mujer que decidió morder los placeres de la vida. La mujer de la tentación, la que viste la piel del pecado.


Puedo ser mil mujeres a la vez... La indiferente, la rebelde, la sádica, la seductora,  pero siempre seré lo que soy; una mujer que transgrede al dolor.


En honor a la bella y máxima transgresora Lilith.





La caperucita roja y el lobo ¿"feroz"?

La caperuzita roja era antes la amiga del lobo; jugaban, platicaban, se reían juntos. Todo era perfecto, hasta que el lobo se canso de la pequeña y saco sus colmillos para convertirse de nuevo en depredador. Está en su naturaleza que el lobo sea también un animal traicionero, y más, si ya se canso de fingir algo que no es, ni lo será nunca. Así que, mujer ...,¿estás dispuesta a caer en el hocico del lobo?

Burbujas bailarinas

Hoy quiero jugar con burbujas..., que cada una de ellas represente ideas y sentimientos. Alejarme del estrés y de la monotonía cotidiana; cambiarlos por brillantes pompas de jabón que bailan hacia el cielo, sólo por un rato, y nada más.

jueves, 22 de julio de 2010

Tritón

Besame hombre de aguas dulces y tranquilas,
me has hablado con dulzura desde tu lago.
Me has invitado a creer en un amor posible
dentro de los imposibles;
àbrazame fuertemente y no me dejes ir,
quiero permanecer así.
No deseo tener mis alas,
ya no me sirven.
Quiero permanecer en tu mundo,
ese que llega al final del umbral.

martes, 20 de julio de 2010

Sueños y ensueños llenos de sensualidad

He soñado que estás aquí conmigo. Aún sabiendo mi conciente que no te he conocido: te conozco y sueño contigo. Besándonos y abrazándonos de la forma más sutil, bella y tiernamente. Pero después despierto; y vuelvo a caer en la almohada, y nos besamos de la manera más salvaje y apasional. Tan así, que tú entras en mí. Yo grito; deseando que sigas, y sigas. Yo quieta, viéndote y sintiéndote desde fuera; hasta dentro de mi inocente alma y mi cuerpo pequeño.


Mi sueño contigo
My dream with you

 Cuando estuve contigo, en ése sueño que surgió de la nada. Ese sueño que despertó mi alma, alimentándola de un placer tan fuerte; que ni yo misma puedo explicar con tanta determinación y detalles.

Todo surge en una habitación rodeada de cajas, llenas de botella de vino. Yo estoy ahí sola. Viendo a mi alrededor, que no me percato de tu cuerpo, hasta que éste toca el mío; de una manera tan sutil, que sentí el cosquilleo total de todo mi cuerpo. Entonces voltie, y me miraste con los vivos de pasión; cualquiera diría, que eso ojos eran de una maliciosa lujuria. Cosa que él me beso con tanta necesidad de conseguir ése dicho placer. Yo me entregue completamente; él me guió por el fuego que surgió y tocando mi alma, llenándola de tal frenesí; correspondiéndole tan ardientemente, sus necesidades de tocar mis labios. Me empujó hacia una columna que sostenía al techo. Pasando y acariciando, con ambas manos, mis piernas, mientras él besaba mi cuello. Yo me aferre a su espalda con tanta fuerza; que rasgaba su piel con mis uñas, que cada vez, encajaban y resbalaban al mismo tiempo, de su inmensa y suave espalda. Seguimos con ése acto de lujuria y pasión. Pasando de la columna al suelo, nos arrastrábamos y resbalábamos por éste por el sudor; que algunas cajas se movieron y derramando vino, pronto nos estábamos bañando de éste licor.
Esto  fue un juego, que pronto termino y dio paso a la entrada total. Él entro en mí. Yo grite entrando en ése máximo goce, que duro un buen rato. Me movía delicadamente, para facilitar ese clímax. Nunca había sentido tanto placer, como aquella noche en esa habitación.
Después, nos vestimos con una sonrisa en el rostro, nos miramos y nos besamos, dejando atrás el escenario de ésa extraña necesidad; de haber logrado ésa ardiente pasión. Y ése fue mi sueño, mi sueño contigo.

Abecegrama sexual
Ahora bastaba conseguir deliberadamente este final gozoso. Hombre irresistible jugando "Kick", lucidamente. Muéstrame nuestras osadías; probar, querer.









martes, 13 de julio de 2010

Espiral- Santa Sabina INTRO

Rita Guerrero: Me contaron de un hombre que dejo su casa, y no volvió nunca. Un hombre que se perdió.
Otra voz: ¿En dónde?
Rita Guerrero: En un bosque, en si mismo, en un bosque dentro de si mismo. En el bosque crecían los árboles tan alto que se confundían con las ramas de los otros; los árboles reales. El cielo que los cubría era un mismo cielo; a veces azul, a veces gris, a veces rojo. Pero siempre uno mismo, y así el hombre estaba dentro y fuera a la vez, siempre; dentro y fuera.
Otra voz: ¿Y había lagos en el bosque?
Rita Guerrero: Sí, eran espejos.



Un falso amor con unas cuantas fantasías.

Cuanta arrogancia, ¿a dónde va? Quiere conquistar tierras, personas, ideas. Quiere ser dueño de todo y de todos.  Tú eres la palabra arrogancia. Mientes que sientes, mientes que quieres; disfrazas y camuflajeas sentimientos que nunca experimentaste. Te crees tan poderoso, cuando en  verdad eres tan sólo un pequeño niño temeroso que no conoce la esencia del verdadero amor.

domingo, 11 de julio de 2010

Pide ante todo, a la señora Soledad

Señora Soledad, si no es mucha molestia: ¿Podría dejarme sola con la bella compañía de la señorita Felicidad y del señor Amor aunque sea por unos cuantos minutos, por favor?, se lo agradecería plenamente.

sábado, 10 de julio de 2010

Los ladrillos del extrañar






Con millones de ladrillos en donde escriba "te extraño", construiré una casa que luego aventare a todo tu ser; para que sientas que extrañar es en verdad  muy doloroso y para después dejar establecido "nuestro hogar" en una orilla del mar en Puerto Vallarta. Y luego, bailemos:"Dance till the morning sun" de Brazilians Girls.  Efectivamente, bailar hasta el sol de la mañana.





¡Fuera! lágrimas de cocodrilo.

Y la pequeña niña grito: "Las lágrimas ya no me quedan"- decía mientras limpiaba su carita manchada por éstas. "Me hacen verme fea, y ya no quiero verme fea", luego corrió por el sendero más bello, sonriendo plenamente.

viernes, 2 de julio de 2010

A magical encounter with a white beauty.






This story begins something like this ... Alex was a little boy of no more than eight years, lonely but gifted with a great imagination. His best friend was his little dog Sparky, a very nice and intelligent beagle, something very strange in a dog, where he was found completely dirty and injured, by the parents of Alex in a destroyed hospital on Fifth Avenue. Well, I'm straying away from case, right?, Let's continue ...
In an early morning, Alex had risen with an overwhelming desire to go to the park that was very close to his house, of course not forgetting Sparky. It turns out that the weather was not very favorable. It was autumn then in the town of Bridgettown. The leaves were so special that color, green, red and brown fluttering in the cool air.
"I think I'll take only my hat and my scarf. We'll Sparky and I on my bike to have a great day of adventure.
Alex had taken her new red bicycle to go to the park quickly, while it was still running Sparky and barking excitedly.
"Come on, Sparky. No matter, it does make a lot of air. Today we have an incredible day more than all others combined. There never lose courage.
The park was the most quiet, in fact there was nobody, absolutely nobody. "Great, the park just for us two," ending of thinking about this, suddenly saw a beautiful tree on the hill of the park. It was strange, did not remember ever seeing that tree or right? Similarly, went straight to the tree to sleep under its shade. As he was getting closer and closer, I felt a great emotion, yet he felt drowsy.
Sparky had been anticipated and was in front of the tree, barking and crying and looking for something.
- What is it, Sparky? - Alex said, when getting out of his bike. Come, let rest under the tree, I think we both deserve.
Alex Lying in the shadow of the tree, did not last long in closing their eyes. Sparky slept beside him but was alert, there was something odd about that tree.
There was brief when Alex fell asleep completely, but after that they began to hear a sweet voice and sang a bit closer, where he was the little boy and his pet. It was strange, the voice did not wake any of the two, if not that relaxing.

Now the voice is not singing, getting closer to Alex.
"Come, come. Let us go together to a magical world where everything is soft adventure .- He said the whispering voice. Alex then slowly opened his eyes and could see a beautiful white woman with long blond hair that shone like the sun.
- Who are you - ask Alex amazed by its beauty. Sparky did not bark, was quiet in the arms of this beautiful woman, while she caressed him.
"I'm a fairy, but not fear me. We'll be friends. She smiled and then quickly disappeared, leaving a golden dust in the sky.
They say that Alex and Spike turned to see this beautiful woman in the same tree, and talked to them happy stories about her magical world.

viernes, 25 de junio de 2010

Descubriéndonos


Quiero besar, abrazar, sentir su cuerpo con el mío. Sumergirme en todo su ser. Fundirme en él.Quiero convertirme en hermafrodita.Desear ser yo, sin ser yo. Desear ser él, sin ser él.
Eres tan angelical pero también tan maligno. Adoro tu doble faceta, tu doble fuerza, tu doble yo. Eres igual a mí; soy una virgen y a la vez una puta. Soy una inocente Eva pero también soy una trasgresora Lilith. Emano luz, emano sobras. Abrazo y despedazo al mismo tiempo, pero aún soy mujer; y quiero amar, volverme llamarada de amor sublime y puro. Deseo estar contigo amor, ser toda para ti.

Bésame

Bésame porque es la despedida
De un amistoso encuentro.
Acaríciame con tu mano que
Deslumbra y embellece mi alma.

Bésame, haz que me enamore
Otra vez de tus labios suaves,
Dulces y apasionados
Que hacen que libere mi espíritu
Hacia lo divino y lo desconocido.

Abrázame, tus brazos son alas cristalinas
Que me hacen sentir segura en todo momento,
Y así, sólo por un instante,
Olvide el dichoso miedo que me invade
Cuando estoy sola en medio de la oscuridad.

Bésame, juntemos nuestras lenguas
Inspirándolas para brotar una pasión
Que dure toda la noche, y por fin,
Unir nuestras almas en un solo cuerpo.

Hug the fear...Be free.

Feel the fear is not necesesary in this moment...by now... but...tell me, please, and don´t lie to me: Do you feel this horrible sensation in all your body? I know that is a strange and fast thing that happens when we are alone, no matter place. So... Do you feel it sometimes? I´m sincere to you and of course to myself too. I´m feeling this over time, never ends. But you know, it is part of the same life and try to hug it, with much force, make its yours. It is a little child that needs your help, your company. That's it. Try it, just do it, love it, because that way you can finally be free.

ando and os.

Niña aldina
Esperando anhelos,
Contagiando abrazos
Recitando cuentos.
Copiando sentimientos,
Originando universos
Destrozando despechos.
Convirtiendo desechos,
Contando libros
Guardando secretos.
Destruyendo despotismos,
Vendiendo lujos
Alabando santos.
Creando comportamientos,
Olvidando lamentos
Comprendiendo pensamientos.

Mujer sola en bar.



La bella mujer pensaba en tantas cosas. Deseaba estar en compañía de algo o de alguien, no importase que fuese; un animal, un hombre, un martiní, una sombra. Ni siquiera la suya estaba a su lado, se sentía vacía y completamente sola en ése bar.

La hada enamorada

Una hada que espera la ilusión de amar, sin esperar ser amada a cambio...; pero ella, sin darse cuenta, vive y sueña por un hombre que está enloquecido por sus grandes ojos. Para él, su brillante y larga cabellera ondulada; le resulta inmensamente increíble, lo seduce y es tan irresistible.




La carta. ( Lo que quise contarte, y lo que nunca me dijiste de frente.)

Deseo tenerte en mis brazos, mi pequeño niño, besarte tu cabello hasta llegar a tus sombríos labios. Si vieras, cuanto anhelo decirte un mil veces las hartantes formas de decir: “te amo”,estando juntos en donde sea, no importando lugar.

Quiero escucharte decir: “mi bella”, “mi hermosa”, tú eres la mujer que quiero. Aquella única entre todas de ser la del “deseo puro”; la única que me brinda esa sensación de piel de gallina cuando sólo te observo. No sabes qué es lo que provocas en mi interior; eres la provocadora en mi interior, eres la provocadora de todos mis instintos.
Anhelo besarte locamente, hacerte mía para toda la vida; estremecer tu delicioso cuerpo y tocar tu alma con la mía para fundirnos en el libre amor, ése que llega hasta los cielos.

jueves, 24 de junio de 2010

Tus labios, tus besos


Besos profundos, acaramelados,
Hermosos labios, rojos como el rubí
saben a mil delicias.

Tus labios son una discordia,
sutilmente malévolos,
extremadamente excitantes.
¿Acaso tú nunca te has dado cuenta de ello?
no, mi precioso niño, no te ciegues
a la más hermosa realidad
que yo te cuento, yo en esto nunca miento.
Por qué crees que te mentiría
en algo tan apreciado, tan importante para mí.

Sería un pecado caer en tus labios, y sí lo es;
no me importa, quiero volverlos a tocar,
que importa si no voy al cielo o al infierno,
yo quiero destruirme junto a ti;
que mi alma, mis átomos, se disgreguen
junto con los tuyos, volemos juntos al infinito,
y nada más.