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jueves, 12 de agosto de 2010

Lorelai, la ninfa del río Rhin



"Murmullos y más murmullos, ¿en dónde se escuchan?" se preguntaba el navegante Huilzar mientras cruzaba por el ancho y bello río Rhin. El barco seguía tranquilo bajo unas inmensas nubes que cubrían en su plenitud el cielo;pareciendo que en cualquier momento estallaría una tormenta, pero no fue así.
Atravesando todavía el río, escucho de nuevo esos susurros cada vez más cerca. "Sin duda son cantos, lo parecen y son tan hermosos" decía para  el joven Huilzar. De pronto, muy a lo lejos pudo apreciar una enorme roca y cuando el barco se había acercado un poco más, Huilzar dejo escapar tiernamente un suspiro. Estaba ahí, justo ahí, un bello ser; una encantadora y preciosa mujer de cabellos largos y rubios que lo miraba fijamente mientras cantaba sentada en la orilla de aquella roca. "Dime, ¿quién eres, mi bella dama?...¿por qué estás aquí, sola?" embobadamente le preguntaba pero ella no decía ni le contestaba absolutamente nada, sólo cantaba y seguía viéndolo con esa incesante mirada a los ojos.
Huilzar se lanzo precipitadamente al río, quería llegar a donde ella se encontraba; quizás así la convencería de decirle su nombre y llevarla consigo para hacerla su esposa. Pero no hubiera pensado en ello; pues al haberse lanzado ya se encontraba en lo más profundo del río y nunca mas salió.
Dicen que fue la bella mujer que lo dejo en un trance mientras cantaba con su fascinante voz; pues cuando el navegante se arrojo al río, ésta dejo de cantar y parpadeando de nuevo, tomo una peineta de coral y cantando otra vez, se peinaba constantemente la larga cabellera dorada como si no hubiera ocurrido nada en absoluto.



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