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miércoles, 15 de junio de 2011

Cartas a un joven poeta de Rainer María Rilke


Rainer María Rilke (también Rainer María von Rilke) Escritor checo en lengua alemana.Fue el poeta en lengua alemana más relevante e influyente de la primera mitad del siglo XX; amplió los límites de expresión de la lírica y extendió su influencia a toda la poesía europea.
Dentro de su obra Cartas a un joven poeta, Rainer María Rilke nos deja ver esa gran talento para narrar de forma tan amena y sobre todo nos deja maravillados con la doble intención de la misma: formación de un poeta y la búsqueda de uno mismo.
<<Cartas de un joven poeta>> inicia tras la anécdota de un aspirante a poeta, Franz Xaver Kappus, que envía una serie de cartas a Rainer María Rilke para que lo ayude a buscar su objetivo, a través de ciertas ideas sobre la vida: el amor, la soledad, el sexo, el arte, la muerte, el destino, y la fecundidad.
De esta manera, Rilke va más allá de lo que este joven espera para realizarse y convertirse en un reconocido escritor a partir de la aprobación de sus versos; pues para Rilke esto no importa en absoluto, puesto que no importa en verdad; sino que él debe preguntárselo a sí mismo para llegar a la respuesta, sin importar lo que digan los demás de ellos: “Nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie. No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo. Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raíces en lo más hondo de su alma. Y, procediendo a su propia confesión, inquiera y reconozca si tendría que morirse en cuanto ya no le fuere permitido escribir. Ante todo, esto: pregúntese en la hora más callada de su noche: "¿Debo yo escribir?" Vaya cavando y ahondando, en busca de una respuesta profunda. Y si es afirmativa, si usted puede ir al encuentro de tan seria pregunta con un "Si debo" firme y sencillo, entonces, conforme a esta necesidad, erija el edificio de su vida.”1 Este resulta ser el primer paso que Rilke ofrece y recomienda al joven Krappus. Considera que el escribir no es un oficio, que es un instinto que sale de las entrañas cuyas raíces se extienden en lo más hondo del alma. Así, de esta forma, Rilke envuelve la obra y acompaña su lectura.
Dentro de cada una de las cartas va explicando y aclarando como adentrarse a ese mundo de las profundidades para reconectarse con uno mismo, para lo cual menciona la soledad como la palabra clave de dicho objetivo: “Y es que en realidad, sobre todo ante las cosas más hondas y más importantes, nos hallamos en medio de una soledad sin nombre.”2
Pero la profundidad de la soledad como forma para encontrarse a sí mismo y por ende desarrollar la creación, no resulta a la primera; y es por eso que recomienda que se lean ciertos autores como Peter Jacobsen y Auguste Rodin; que a partir de su lectura, se pueda encontrar lo bello de las formas, de las maravillas y de las honduras de la vida misma; demostrando con ello que las obras de arte viven en medio de la soledad.
 Leer este tipo libros nos permitirán olvidarnos de la crítica y entenderlos por medio del amor; las obras de arte sólo son comprendidas por el amor. Este tipo de obras nos permitirán llevarnos a la soledad, y como todo progreso este tiene que surgir desde adentro, desde lo más profundo, sin esperar ser apremiado, ni acelerándolo por nada. La soledad traerá consigo esos sentimientos que no nos habíamos permitido sentir; el sentimiento se va germinando desde las profundidades, madurando por entero por sí mismo, en la oscuridad;hasta quedar perfectamente acabado, permitiendo el alumbramiento. Esto, y no lo otro, es el vivir del artista; lo mismo en el entender que en el crear.
El hombre: solo. Cuando consiga convivir consigo mismo con la más absoluta confianza y sinceridad será puro y podrá ser un buen poeta. Pero ser un buen poeta es estar inmerso también en el sufrimiento; que puede encontrarse al evocar un recuerdo pasado. Pero es bueno, resulta liberador cuando sabes aprovecharlo y sacar con ello una creación hermosa, además de llegar al estado sublime y alcanzar lo eterno.
Rilke desea que Kappus se aleje de las convencionalidades que le brindan la crítica y se adentre en esto libros puros, llenos de arte, de amor y de trascendencia. También desea que se contemple la naturaleza, especialmente de lo más pequeño, porque improvisadamente puede llegar a convertirse en algo grande, inmenso; porque a partir de considerar estas cosas, todo se tornará más fácil, más armonioso; de algún modo más avenible para llegar al fondo del ser. Por eso ruega Rilke a que lo haga; lo invita a hacerse preguntas así mismo, con paciencia, para encontrar esa respuesta anhelada.
Pero eso no resulta fácil; es muy  dificultoso en la medida de que no deseamos estar inmersos en el dolor, en la soledad, porque se cree que estando en ellos se llega a lo que no queremos ver de nosotros mismos: nuestro núcleo vulnerable. Rilke piensa todo lo contrario y por eso aboga por ese camino hacia la soledad; lo reconoce como el fin que cualquier hombre debe de empeñar para madurar en el mundo, y no sólo para crear un arte. Por eso también señala la importancia de recordar la infancia como el primer determinante de nuestra vida, de nuestros anhelos. En la infancia es donde se encuentra esa soledad que el hombre ha olvidado debido a las concretizaciones y convencionalismos sociales que no permiten que vaya a sus adentros y se descubra.
Pide que no vea a todo como una forma de aprender; que aprenda a querer su carrera y lo que le brinda, tal  como se le ofrece; a pesar de las exigencias y de lo hostiles que pueden ser; pues de ellas tendrá una concepción verdadera de la vida y del universo.
“Si bien hay algunos que hacen alarde de mayor libertad, no existe de veras ninguno que por dentro sea desahogado y amplio, y tenga relación con las grandes cosas en qué consiste la verdadera vida. Únicamente el hombre solitario está sometido, cual una cosa, a las leyes profundas de la naturaleza.3
 El deber de estar al tanto de lo que acontece es ardo y difícil, por eso mismo la soledad resulta difícil; pero por simple hecho de serlo debe de convertirse un motivo. Por eso habla del amor como algo plenamente difícil de abordar y de entender, pero cuando se entiende suele ser tan maravilloso y sublime para el alma y para el acobijo hacia nuestro centro.
Cartas a un joven poeta requiere humildad, realizar un duro ejercicio de desapego y abrirse de brazos, como Kappus, para recibir la ola de sus reflexiones. Kappus finalmente, se dedicó a la literatura. Publicó algunas novelas, pero ningún libro de poesía. Quizá porque, como él mismo declara en el prólogo a la obra, “ahí donde habla uno que es grande y único, deben callarse los pequeños”.4
Finalmente, Cartas a un joven poeta constituye ser el más hondo y entrañable mensaje procedente de un poeta consagrado, para todos aquellos que sientan de un modo u otro la llamada de la poesía, del arte en general y sobre todo de la vida misma.

1.     Carta 1
2.     Carta 2
3.   Carta  6
4.   Introducción. 

1 comentario:

  1. Comparto con vosotros un audiolibro de Cartas a un joven poeta.

    Espero que os sirva de ayuda, especialmente a todos aquellos que tengan dificultades para leer.

    https://audiolibrosencastellano.com/ensayo/audiolibro-completo-cartas-un-joven-poeta-rainer-maria-rilke-1929

    Un saludo :)

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